16 Abr 2019by admin
Se tiene el poder de cambiar vidas a través del diseño
El diseño está implícito en todo lo que nos rodea. Todo lo que vemos tuvo que pasar por un proceso de ideación y creación, aunque muchas veces, el diseño es visto como lujo, cuando es en realidad, una necesidad. Los diseñadores industriales, tenemos la gran responsabilidad de crear productos amigables con el entorno; el diseño de un producto, no sólo vela por la estética, sino por su impacto tanto en la sociedad como en el medio ambiente.
El proceso de diseño, debe tomar en cuenta todo el ciclo de vida del producto, desde los materiales que se van a emplear para su fabricación hasta los procesos, el uso y su desecho. Es por esto, que la tendencia va hacia objetos sencillos y geométricos para así optimizar recursos y procedimientos. No porque sea sencillo quiere decir que sea fácil; para lograr esto, se debe llegar a la esencia de lo que se busca lograr con cada nuevo proyecto y cumplir con el objetivo de su funcionalidad. Además, los productos deben ser atemporales, es decir, que trasciendan en el tiempo para así terminar con la generación de más modas, más basura y nuevas necesidades que incentivan el consumismo innecesario. Los objetos modulares, adaptables y con múltiples funciones, son también parte de la nueva generación de productos con base en los principios de la sostenibilidad económica, social y ecológica. Esto con la intención de romper los esquemas del pasado, eliminar la “sociedad del producto desechable” e ir más allá de la simple satisfacción sin tomar en cuenta el impacto que pueda llegar a tener.
Lo importante es buscar problemas reales y no crear nuevas necesidades: mejorar la calidad de vida de todos siendo incluyentes y sin discriminar. El diseño centrado en el usuario o user-centered-design, es una filosofía de diseño muy empleada para llevar a cabo este tipo de proyectos. El objetivo final, es resolver los problemas reales detectados y satisfacer las necesidades concretas de los usuarios finales, de una manera sencilla y fácil de entender. Esta ideología, toma forma como un sistema en el que participan profesionales de diferentes áreas, para así formar equipos multidisciplinarios y conseguir un resultado integral. Las decisiones se toman con base a las necesidades, objetivos, motivaciones, capacidades y expectativas de los usuarios, para lo que es indispensable conocerlos a fondo. Para ello, se debe hacer una investigación y así obtener información tanto cuantitativa como cualitativa. El design thinking es otra metodología que complementa al user-centered-design, en la que se itera entre diferentes actividades con el fin de obtener el mejor resultado.
Esto nos lleva a reflexionar sobre las diferencias que se están suscitando en el mercado. El siglo XX fue la era del Producto; las personas buscaban el mejor precio con ciertos estándares de calidad. El siglo XXI, sin embargo, se regirá por la calidad del servicio. El mercado busca otro tipo de beneficios más allá del precio, como son las buenas prácticas medioambientales y sociales, además del impulso de la economía local. No por nada, grandes empresas como Adidas, han detectado una nueva oportunidad de negocio en la sustentabilidad. Es así que inició un proyecto junto a Parley for the Oceans, en el que recolectan plástico de los océanos para utilizarlo como materia prima para la fabricación de zapatillas deportivas. Esto también los llevó a campañas como How to create bajo el lema “se tiene el poder de cambiar vidas a través del deporte”, el cual se puede traducir a que se tiene el poder de cambiar vidas a través del diseño: las mejoras y propuestas de innovación que ofrece Adidas, son alcanzadas por medio de la creatividad, curiosidad e implementación de las metodologías mencionadas junto a muchas otras, es decir, por medio del diseño ético y responsable con la Vida.